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Cómo usar el humor autocrítico sin sabotear la integridad de tu marca.

October 4, 2025

“Si puedes reírte de ti mismo, estás en el camino correcto. Si permites que otros se rían contigo, alcanzarás grandes cosas.” – Martin Niemoller

La comedia es un arte poderoso que puede conectar a las personas de maneras inesperadas. Un ejemplo emblemático de esto es Tina Fey, actriz, escritora y amante de la cultura pop, cuya habilidad para reírse de sus propias imperfecciones ha resonado con millones. Pero, ¿pueden las marcas adoptar este enfoque para fortalecer su conexión con el público? La respuesta es un rotundo sí.

La importancia de la autocrítica en las marcas

Las empresas que se esfuerzan por cultivar una relación de lealtad con sus clientes deben mostrar un lado humano y accesible. Un estudio reveló que los clientes leales gastan hasta 10 veces más que los nuevos clientes. Esto pone de manifiesto la necesidad de crear vínculos duraderos, lo que se facilita enormemente al añadir una dosis de personalidad a la marca.

El uso del humor autocrítico no solo humaniza a la marca, sino que también la acerca a sus consumidores. En lugar de ser una entidad fría y distante, una marca que se ríe de sí misma se presenta como alguien con quien es fácil conectar. Por ejemplo, una empresa puede compartir anécdotas divertidas sobre fallos internos o errores en campañas publicitarias, mostrando así que, al igual que sus clientes, también son susceptibles a los errores.

  • Humaniza la marca: Al compartir historias o errores, los consumidores pueden ver el lado humano detrás del logotipo.
  • Crea confianza: La vulnerabilidad puede generar un sentido de confianza entre la empresa y el cliente.
  • Fomenta la cercanía: Un toque de humor puede hacer que los clientes se sientan más cómodos al interactuar con la marca.

Controla la narrativa ante la crítica

La autocrítica es esencial, sobre todo cuando las cosas no salen como se planearon. Cuando una empresa comete un error, es fundamental abordarlo de inmediato en lugar de esperar a que los críticos se hagan notar. Al hacerlo, la marca puede controlar la narrativa y demostrar que tiene la capacidad de reírse de sí misma, lo que puede mitigar el impacto negativo.

Un caso notable ocurrió en 2018, cuando KFC se quedó sin pollo en sus restaurantes del Reino Unido. En lugar de ignorar la situación, la marca tomó la iniciativa y lanzó un anuncio de página completa que transformó las iniciales de KFC en un ingenioso juego de palabras, acompañado de una disculpa. Esta respuesta no solo calmó a los clientes molestos, sino que también les hizo reír, lo que ayudó a restaurar la buena voluntad hacia la marca.

Algunas estrategias útiles para abordar errores de manera efectiva incluyen:

  1. Reconocer rápidamente el error: No dilates la respuesta.
  2. Usar el humor: Una broma ligera puede desarmar a los críticos.
  3. Prometer mejoras: Asegura a los clientes que se tomarán medidas para corregir el error.

El arte de la autodefinición: mantenerlo divertido

Es fundamental encontrar un equilibrio entre la autocrítica divertida y el pesimismo. Nadie quiere interactuar con una marca que solo emite quejas o se amarga por sus propios errores. El humor debe ser ligero y accesible, evitando caer en un tono demasiado negativo.

Cuando se utiliza el humor autocrítico, debe ser un trampolín para algo más positivo. Una marca puede iniciar una conversación divertida con un comentario ingenioso y luego llevarla hacia un mensaje significativo o una oferta especial. Por ejemplo, después de un error, una marca podría ofrecer un descuento como forma de disculpa, combinando el humor con un gesto positivo.

  • Iniciar con humor: Comienza con una broma o un comentario divertido.
  • Ofrecer valor: Asegúrate de que haya un mensaje útil o una oferta asociada.
  • Evitar la autocompasión: Mantén un tono positivo y optimista.

Autenticidad: el pilar de una marca divertida

La autenticidad es crucial en el uso del humor autocrítico. Los consumidores son hábiles para detectar cuando una marca está tratando demasiado de ser graciosa o ingeniosa. Por ejemplo, un intento fallido de Denny’s de lanzar un nuevo personaje, un salchichón con un sombrero, resultó en una campaña que provocó más risas por lo incómodo que por lo divertido.

Las marcas deben conocerse a sí mismas y saber cuándo el humor es apropiado. Por ejemplo, una empresa funeraria no debería intentar atraer a un público más joven con chistes sobre pérdidas, mientras que una compañía de inversiones para personas adineradas podría no beneficiarse del humor autocrítico. Es vital que cada marca evalúe su identidad y el mensaje que desea transmitir.

Cómo aprovechar el humor para conectar con los consumidores

Los millennials, que representan una parte significativa del mercado actual, buscan marcas que reflejen sus valores y experiencias. A menudo, desean interactuar con empresas que sean auténticas y se muestren vulnerables. El uso del humor autocrítico puede ser una forma efectiva de acercarse a este grupo demográfico.

Algunas tácticas para utilizar el humor autocrítico incluyen:

  • Conocer a tu audiencia: Comprender qué tipo de humor resonará con ellos.
  • Ser genuino: No fuerces un estilo que no se alinee con tu marca.
  • Involucrar a los empleados: Los trabajadores pueden aportar historias y anécdotas divertidas que humanicen la marca.
  • Adaptar el tono: Asegúrate de que el humor se adapte a la situación y no ofenda a nadie.

Cuando se utiliza de manera estratégica, la vulnerabilidad puede abrir puertas y hacer que los consumidores se sientan más cómodos al acercarse a la marca. El humor autocrítico, bien ejecutado, puede llevar a una conexión más profunda y duradera con los clientes, lo que se traduce en beneficios significativos para la marca.